A menudo se lee que la lactancia materna favorece el vínculo afectivo
madre-hijo. Ante esta afirmación, las madres que dan el pecho se sienten
orgullosas. Las que dan biberón pueden sentirse mal por perderse algo, y
casi siempre dicen que ellas quieren a sus hijos igual que las otras.
El kit de la cuestión es qué es eso del vínculo.¿ Es lo mismo que amor? pues
no, es más bien equivalente a relación, igual que cuando firmas un contrato
tienes un vínculo legal. La relación que tiene un niño de pecho con su madre
es de necesidad absoluta de tenerla cerca, y la relación que tiene la madre
es que necesita tener al niño con ella, no puede traspasar la teta a otra
persona. Es una relación especial, que no se tiene con un niño mayor, en la
que hay mucho contacto físico.
Las madres que dan el biberón y entienden lo que es el vínculo afectivo
pueden tener una estrecha relación con su hijo. Además, el biberón puede
darse alargando el brazo, sin coger al niño de la sillita, o cogiendo al niño en
brazos, acunarlo amorosamente, teniendo de esta forma más contacto físico.
Una vez entendemos que todas las madres quieren a sus hijos y que vínculo
no significa amor, ya podemos hablar del vínculo afectivo madre-hijo.