Nos inculcan desde pequeños la obligación de alcanzar el éxito, pero nos muestran caminos erróneos en un mundo donde todo cambia de manera vertiginosa y en el que las reglas del ayer no tienen cabida en el hoy. Pero el drama no se encuentra en no alcanzar el éxito, sino en la estigmatización social al fracaso. No obstante, para los emprendedores, que son quiénes realmente mueven el mundo, el fracaso no es más que un estado de desarrollo personal por el que deben de pasar, como pueda ser el tránsito de la infancia a la adolescencia, o de ésta a la juventud y seguidamente a la madurez.
El Seminario "El Poder Transformador del Fracaso" trata el fracaso como un proceso de crecimiento personal, como un estado natural del orden de la existencia, como una nueva oportunidad que te da la vida para reencontrarte y tomar tu camino de felicidad, y no como un castigo que debes sufrir y por el que debes sentirte culpable y acomplejado. El fracaso es, por tanto, una prueba y parte de una especie de proceso curativo personal e íntimo con uno mismo y ante la vida. Es un rito por el que prácticamente la mayoría de emprendedores deben pasar para así alcanzar un estadio superior de mayor madurez.
Pero para que el emprendedor pueda superar el ritual del fracaso, éste debe conocer cual es su naturaleza, y así reconocer tanto las fases emocionales por las que deberá atravesar, como las grandes enseñanzas que deberá aprender (claves que encontrarás a través de este seminario). Si el emprendedor no se queda atrapado en medio del camino del ritual del fracaso, que es uno de los grandes peligros que conlleva el proceso, entonces se hallará de nuevo y de manera más cerca en la senda correcta para alcanzar el tipo de éxito con el que sueña, ya sea de realización en el ámbito social, profesional o personal.
Jesús A. Mármol
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