Las fechas del calendario vienen a sorprendernos o molestarnos por distintos y muy variados motivos, sin saber a ciencia cierta quien es el responsable de tales tinglados organizativos.
El sorpresón cuando resulta favorable a nuestros intereses, se suele traducir en "día a la bartola".
Los efectos colaterales se manifiestan en términos de mayor disposición temporal. Sin embargo, ya sabemos que cuando hay churumbeles babeando el perímetro, las pérdidas de tiempo están aseguradas, al tener que atenderlos con sus jueguecitos y sus chorradas dialécticas, como responder a "¿y eso por qué?¿y eso para qué sirve?¿pero por qué?".
Un sopapo a tiempo, o lanzando una galletita pa irla a buscar, y se liquida el asunto.
A lo que íbamos. Es tiempo tuyo, es tiempo de SUDOKAZO. Pa tí, por tí, para tí.
Y a pasarlo bien!
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Pal niño, la niña, el nene, y la nena.
Pa tós y pa todas. Bona aventura!