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LABORALES

El grup laboral a l'Administració constitueix un referent molt important, pel seu pes relatiu i per les seves particularitats.

Disfrutem de les excel·lències d'aquest grup.

   INDICE "LABORALES"
 

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LOS LABORALES sirviendo en el PARAISO

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TIPOLOGÍAS DE LABORALES I

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TIPOLOGÍAS DE LABORALES II - LOS INTERINOS

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CurranteLABORAL-CÓMO TRABAJA UN LABORAL

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... y otras de LABORALES...

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.... vendrán a animar el cotarro...

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... con salero y simpatía...

 
 

... Y MUY PRONTO,
¡¡¡UN PUÑADO MÁS DE HISTORIETAS!!!

 

 

LOS LABORALES sirviendo en el PARAISO

Cómo llegan los laborales al cobijo de la Administración. Ilustremos al respecto.

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LOS LABORALES sirviendo en el PARAISO

El laboral, hombre o mujer de tal condición, arriban al puerto Funsionaril, “porque falta gente” o eso dicen.

En la Administración, “Nunca es suficiente”. La maquinaria burocrática absorbe toda la mano de obra y más. Lo que le echen.

Desde el departamento de Personal no se oye más que un grito: “Más madera, más maderaaaa”. Y a rebosar de gente pululando por los pasillos o cubriendo huecos, que lo que no sirve para un roto, sirve para un descosío.

¿Pero de dónde viene esa voz interior, de acogida, de reclamo, de llamada desde la ociosidad del desempleo, hacia el cobijo de la Administración Paternal?

Y más aún, nos preguntamos con afán: ¿Quién difunde la teoría de que se necesitan más currantes para ocupar más poltronas?

Pues normalmente, es costumbre por el lugar, que todo parta de un rumor más o menos falso. De un comentario azaroso, de un canto al aire en un momento de acaloramiento de un funcionario que ha recibido, en diez minutos, tres llamadas de teléfono, una visita y dos mails, y que de repente, sin venir al caso (el resto de su jornada laboral ha sido placentera), se siente desbordado y suelta en voz alta un:

- Co-one! No pueo más! No pueo más! ¡Etoy hata la Calva del kollak! ¡Peaso etrés, pola Gloria de Mi madrueeeee!

(Versión “Casa Noztra”:
- No puc més. No puc més. Estic fins d’alt de fenya... ¡Per l’amor de Déu! ¡quin stress !)

Con estas palabras cazadas al vuelo, se expande “el siseo” que en el departamento “hay curro por un tubo”, “de que no se da abasto” y “que se avecina una trombosis burocrática aguda”.

Siempre se cumple el principio de que “Todo rumor se consolida, deforma, se expande y acrecienta proporcionalmente a la distancia entre el primer emisor y el último receptor del mismo”.

Corolario burocrático: el bulo padece de elefantiasis y se agiganta.

Como digo, el bulo se hincha y redimensiona a medida que la letanía del mensaje se parlotea en el departamento, se filtra para fuera, llega a oídos de otros departamentos, se distorsiona, recorre la cantina, se recrea en la boca de un alarmista, vuelve follado por el pasillo, regresa al departamento del que partió, se reformula nuevamente, para finalmente, llegando a los oidos del Jefe de Sección o Servicio, en un brote de alarmismo desatado y clamando al cielo, acaba llamando al Jefe de Personal, y le suelta un…:

- ¡Eto etá desbordao, López! ¡se nos escapa de las manos, de las yemas de las manos! Se me vas dando solusión. Recluta donde sea, como sea y a quien sea, pero que sea... ¡¡¡KASKANDO KALAVERAS, López, k-a-s-k-a-n-d-o   k-a-la-v-e-r-a-s!!!!

- (Versión “Casa Noztra”:
- No pudem més, no pudem més, Fulgensi! Recluta ¡chá!, ¡chá!, chá!, a malgú, ¡siguiiii qui siguiiii! Hem da “tapunà” les vies d’escap. Fem aigua, Fulgensi!, fem aigua!, ¡Hi ha fenya a kabasus! …. Una sulusió, chá, chá, chá,... ¡NO PUDEM MÉEEEES!)

Por supuestito, al rumor hay que cuidarlo. Hay que mimarlo.

El caldo de cultivo irá embadurnándolo todo, a base de nuevos comentarios, dires y diretes, y las pequeñas refriegas entre compañeros funsionariles. Se activará el clásico juego de “Si tu haces poco, menos hago chó”, y venga y dale, hasta que el ambiente se hace absolutamente irrespirable en el departamento peticionario de “nueva savia laboral”.

Con el ambiente cargadito, la solución se demorará “sine die” por culpa de factores exógenos. O sea, debido a Recursos Humanos. Los de Personal funcionan a otro nivel, juegan otro partido.

El Jefe de Servicio solicitante, ante el clima de crispación IN CRECHENDO en su departamento, y visto que NO LE TRAEN ni un “apagafuegos”, ni un “empanau”, vuelve a llamar un par de veces más reclamando lo suyo, hasta que por fin, tras amenazar con elevar el temita al POLÍTICO de su ÁREA, el Jefasu de Personal o la subalterna al cargo (según quien sostenga el palo pa darle al agua), moverá ficha y “remenará” el asuntito.

En ese instante, y sólo entonces, se abre la veda. La megacaza laboral.

La búsqueda se alimenta de varias formas y se recurre a técnicas distintas.

a) Tirando de listas de “NO APROBADOS”

b) Tirando de Oposiciones o pruebas equivalentes a las que los aspirantes a funcionarios superan para lograr sus curritos de por vida.

c)  Tirando de Programas de Ocupación

d)  Tirando del INEM, de contrataciones de BECARIOS entusiastas o de lo que haga falta, y

e)  Otros

De ellas, la más habitual es empezar con “la Lista”.

La metodología se explica sola: consiste en echar mano una “la LISTA”, amarillenta y grasienta, con los nombres de ExOPOSITORES que NO lograron superar últimas pruebas para lograr una plaza de funcionario (o sea, q a primera vista, es peña que promete…)

Usando un método científico (la aleatoriedad), se empieza a llamarles por teléfono. Uno a uno. Lo habitual es que ante la oferta de empleo, ni dios diga “sí”, puesto que las listas no suelen estar actualizadas, y la gente ya se ha buscado la vida o reside a gustito en el INEM.

Incluso se han dado casos en que el interpelado ha contestado:

- Pero si ya estoy jubilao y con artrosis.

En fin, como este perrako mundo lo pueblan millones de sujetos dedicados día sí, día también, a joder esta linda tierra, también es cierto que siempre acaba surgiendo algún candidato o candidata “ideal” para el curro burocrático “estacional”. Que es para lo que se selecciona a priori a un “laboral”.

Otro método, aunque excesivamente laborioso, consiste en acudir a las oposiciones-concurso específicas para cubrir puestos laborales. Como implica mucho jaleo, movilización material y personal, follón, etc, in difinitiva, de un esfuerzo organizativo brutal, este resulta ser un método marginal en las selecciones de “laborales”.

Únicamente lo aplican los Jefes de Personal nacidos con el llamado “gen burocrático”, moldeados por el espíritu funsionaril, e inspirados en el principio de que “aquí no se mueve un clip sino seguimos a pies juntillas el sagrado procedimiento administrativo”. En estos casos, y en tales Administraciones, las “opos” son de estricta aplicación.

Normalmente se tarda tanto en cerrar el proceso selectivo, que al final no se concreta en nada, ni se contrata a naide.

Pero se cumple el principio de laboriosidad burocrática, de fidelidad a la ley y a la norma, logrando cotas orgiásticas en el proceder funsionaril.

Un método más moderno se basa en montar una especie de Feria del currante, patrocinada por la Administración, y que se concreta en un programa de Ocupación para “Gente Conflictiva” o “que dura menos en un curro que una cerilla encendida”. En estos casos, entran en la Administración todo tipo de marginales, improductivos y genera-conflictos de todas las raleas. ¿Pero a quién cojones le importa?...

¡¡¡SHOW MUST GO OOOON, GO OONN, GO OOON!!! (¡ojo con el tocadiscos!)

Cuando la cosa está chunga (ha fallado todo), se llama al INEM, y aún así con reservas. Primero se trata de llamar o se gritar en facultades e institutos, a ver si sueltan a algún aprendiz de becario. Ya sabéis lo bien que vienen y cómo les engatusamos, ¿no?

Y por fin está, la técnica “Deditis”. Ampliamente difundida en el pasado reciente, en la actualidad se emplea de forma más comedida, pero idem de eficaz.

Los llamados familiares de los funcionarios, son los principales candidatos. Su uso siempre parte de afirmaciones de funcionarios del tipo: “yo conozco a”, “me sé de uno que aquí encajaría como un guante”, “mi primo, el destralero no lo quieren ni en La Mina, pero aquí tendría su oportunidaz de desarrollo profesioná...”, y bla, bla, bla.

Así empieza, y al poco, la riada de “cracks” arriban al puerto. Dicen que para impulsar “el interés público”, matizado, eso sí, por un cuidado “interés particular” muy, pero que muy productivo,... para algunos.

En fin, estos son los canales “habituales” de entrada como laboral en la Administración.

No me puedo estar de comentar la última y más novedosa técnica de entrada.Se llama “El butrón del escarabajo”, o también conocida como “El aquí me planto chó”.

Consiste en meterte como un visitante más en el edificio de un Ayuntamiento (por ejemplo), esconderte y esperar hasta que to dios se haya pirado. No hay que impacientarse mucho. Antes de las 15 h, en las dependencias no queda más que el polvo.

Una vez en posición, abandonar el lavabo ande te hayas escondido y/o camuflado.

Aprovechar las indicaciones de los cartelitos de las paredes para localizar el departamento de Recursos Humanos y el ordenata del kapo de Personal.

Una vez petadas las claves del mismo, manipular y poner tu nombre en la base de datos de la PLANTILLA LABORAL de esa Administración, emitir una nómina falsa, y agenciarte una chapa identificativa homologada.

La maniobra se corona con la usurpación y ocupación de una mesa cualquiera de un departamento. Para ello eliminarás pruebas del antiguo propietario y pondrás encima de la mesa algunos bienes personales (un moco, chicles mascados, un boli mordido con tu ADN, y sobretodo un marco para fotos, con tu imagen al lado de tu esposa y los churumbeles de cuando vuestras vacaciones en Torrevieja, Alicante).

Al día siguiente, en cuanto entre y fiche el funsi de “tu mesa”, sólo te digo una cosa: que parezca un accidente.

Oculta el cuerpo o llama a la funeraria. No te harán preguntas.

A renglón seguido, múevete con soltura por los pasillos y apareces en “tu departamento”, como el que lleva toda la vida afincado allí.

Te sientas en “tu mesa”, enchufas “tu ordenata”, y si alguien te pregunta por Ordóñez o se fijan en ti, poner cara de sorpresa y demostrar que tú no sabes nada, que “ya eres un veterano” y si te insisten con memeces, rematas con un ofendido:

-   “¡Pocas hostias, que estoy leyendo el diario, cojones!”.

Si ha de haber follón, y lo montas, te darán la razón. En la Administración, “La pax pública”, es lo primero. En treinta o menos días, estarás cobrando tu primera auténtica nómina pública. ¡Felicítate!

En conclusión: Método “Butrón-Escarabajo”, amigos, método Butrón-Escarabajo. Infalible e indiscutible.

Mete la pezuña en la Administración, y tendrás curro seguro. ¡Tuchuru!

¿Quién te lo va a impedir?

Al fin y al cabo, en este país lo importante no es tener talante, sino T-A-L-E-N-T-O.

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DALT

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