La residencia del pimer emperador de Roma vuelve a mostrar su espléndida decoración original.
Tras veinte años de trabajos de restauración, la casa del emperador Augusto, en la colina del Palatino en Roma, ha sido de nuevo abierta al público en medio de una gran expectación. La parte restaurada de la residencia corresponde a la zona este, un sector que se econstruyó en el año 27 a.C.., antes de que Octavio se conviritese en emperador con el nombre de Augusto. Consiste en cuatro habitaciones agrupadas en un lado del peristilio, el jardín porticado con columnas típico de toda villa romana. Tres de ellas se encuentran a nivel de suelo: una sala de recepción dotada de un magnífico pavimento de mármol, un cubículo inferior y una antecámara. De esta última sala parte una rampa que comunica con la planta superior del edificio donde se localiza la cuarta estancia, que parece corresponder a un pequeño despacho del emperador.
Los frescos que decoran las habitaciones presentan un magnífico estado de conservación en comparación con los del resto de villas del Palatino, y tienen una altísima calidad. La recuperación de este espléndido ejemplo de pintura romana de finales del siglo I a.C. ha exigido un arduo trabjao de restauración que, de hecho, comenzó con el descubrimiento de la residencia de Augusto por el arqueólogo Gianfilippo Carettoni en la década de 1970. Aunque algunos frescos se encontraban en buenas condiciones, otros tuvieron que ser meticulosamente reconstruidos a partir de fragmantos y piezas diseminadas por todo el yacimiento. La arqueóloga Irene Jacopi ha dirigido el equipo que ha llevado a buen puerto este proyecto.
Los arqueólogos han descubierto dos monedas de oro en la península del Sinaí que datan de la época del emperador Valente (328-378), gobernador del Imperio Romano Oriental, las primeras en su tipo en ser halladas en Egipto.
El Consejo Supremo de Antigüedades egipcio ha informado que las excavaciones realizadas al oeste del monasterio de Santa Catalina en el Sinaí sacaron a la luz las dos monedas que muestran la imagen de Valente, quien gobernó el Imperio Romano Oriental entre los años 364 y 378 de nuestra era.
Valente atacó a los visigodos en el año 378 cerca de Adrianópolis en una batalla considerada como el principio del colapso del Imperio Romano Occidental. La caballería gótica embistió a los romanos, causando la muerte a unas 20.000 personas, entre ellas el propio Valente.
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El PAÍS (13-04-08)
Los bienes que localizaban eran comercializados directamente entre personas conocidas por los autores del expolio y en establecimientos comerciales. En otras ocasiones, lo hacían a través de páginas de subastas en Internet, que se ha convertido en un importante punto de encuentro entre saqueadores y clientes. Esta desarticulación ha sido consecuencia de informaciones obtenidas en otra operación, denominada 'Vivo', que se ejecutó en 2006 y que culminó con la detención de 24 personas y la incautación de miles de piezas de gran valor arqueológico. Los investigadores han podido determinar que Internet se ha convertido en el punto de encuentro predilecto entre los expoliadores y sus compradores.
Los restos arqueológicos, en muchas ocasiones, eran comercializados a través de páginas de subastas en la Red, aprovechando la sensación de impunidad que ofrece, así como las dificultades que entraña la identificación de los compradores y vendedores al estar ubicadas las páginas web en el extranjero.
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