Fundación Rey Jaime I
Publicación Segundo Libro
Anales del Convento de Benifassà
El pasado mes de diciembre se publicó la transcripción del libro "Anales del Real Monasterio de Nuestra Señora de Benifazá", que es la historia del Convento, pero también al mismo tiempo de toda la Tinença e incluso de buena parte de todo el territorio. Se realizó gracias a una subvención del SERVEF que aprobó un Salario Joven a la Mancomunidad de la Taula del Sénia. Es el número 02 de la colección Taula del Sénia de ONADA. El precio es de 28 € y se puede encontrar en las Librerías o en ONADA (Tel. 964.474641).
Los Anales de Benifassà fueron escritos por Miquel Joan Gisbert (1586-1604) y Joaquín Chavalera (1815-c.1819), ambos archiveros y después abades del monasterio. Este libro corresponde al relato hecho por el abad Gisbert, que registró los pergaminos, hizo un listado de las bulas papales y los privilegios más importantes y, en definitiva, organizó todos los documentos existentes hasta la época. Escribió, pues, la historia del monasterio desde su fundación (1229) hasta la prelatura de su antecesor (1586). El documento compilador original se conserva en el Archivo Histórico Nacional. En una segunda entrega se publicará la parte escrita por el abad Chavalera, que catalogó y modernizó la organización del archivo, a la vez que traducía la obra de Gisbert y la completaba con información extraída de testamentos y la continuaba hasta 1808. Añadió también un índice de todo el archivo. El original se conserva en el Colegio de Jesuitas de Sarrià.
La fundación del monasterio formaba parte de la política colonizadora que la Corona y la Iglesia llevaban a cabo en los antiguos territorios de al-Andalus, paralelamente a la conquista militar. En concreto, habría que contextualizarla en la expansión materializada por la orden del Cister a lo largo del territorio de la Corona entre finales del siglo XII y principios del siglo XIV. Teniendo como hilo conductor los hechos sucedidos en cada una de las abadías, el texto da cuenta de la ampliación arquitectónica del monasterio, de las relaciones con sus propios vasallos, los pueblos de la Tinença, y las disputas, no siempre amistosas y de buena vecindad, con los otros poderes señoriales que lo envolvían: Morella, Maestrat de Montesa, Ulldecona y Tortosa. El libro nos traslada a unos tiempos pretéritos donde el monasterio actuaba como un verdadero centro económico vertebrador del territorio.