-Boceto a lápiz carboncillo: Aprovechados y a vivir del cuento
-Boceto a lápiz carboncillo: Recoger lo sembrado y disfrutarSeñoras, señores, feliz semana. Será verdad, Burgos, Valladolid y Barcelona están libres de la amenaza nuclear, quizás ya no apunten los misiles nucleares hacia ellas, pero con sus alcaldes tienen la destrucción garantizada.
Eso de que en España no cabe un tonto más, es mentira, es como el metro en Japón: aprietas, aprietas y la gente cabe. Dicen por ahí que han convocado grandes manifestaciones en Lerma porque Burgos les ha dejado vendidos. “Con razón”.
Lo próximo será ecología pura: todos los mamíferos deberán ir provistos de tapón para evitar fugas de gases de efecto invernadero. El uso y abuso de fabes, habichuelas, judías, frijoles, habas, guisantes y alcachofas quedará restringido a los días de fiesta.
Tomando ejemplo del farsante profesional. No hay nada verdadero en estos tipos. Todo es decorado, atrezo, trampas para el ojo. Son verdaderos impostores, sin olvidar que un analfabeto resentido con poder es capaz de señalar, acusar y crear odio hacia cualquiera que no tenga sus mismos pensamientos.
De donde ha salido el resentimiento, maldad, con ese odio tan acérrimo en ciertos jóvenes. Tal vez son malos, resentidos y envidiosos. La frustración por el bien ajeno, mueve montañas.
Václav Havel dramaturgo checo, último presidente Checoslovaco y primero de la República Checa, aclaró que: para apuntalar la hipocresía y las mentiras, debemos comportarnos como si creyéramos las mentiras. Los individuos, que “confirman el sistema, cumplen el sistema, hacen el sistema, son el sistema”.
En fin, nada nuevo en una sociedad acomodada, dominada por miedos y miserias que la hacen imposible acaudillar futuros cambios. Si no se cansan de nuestra compañía (ojalá que no) acá nos vemos, sin el olvido para los que se han ido.
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Señoras, señores, feliz semana. Elisa María, alumna de la Facultad de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid. Licenciada en Ciencias de la Información. Su nota media, holgadamente por encima del 9, la condujo al atril, con nota tan extraordinaria, y su título en la mano, se tomó la licencia de pronunciar una arenga contra la presidenta de la Comunidad, Isabel Ayuso.
Vivimos una época de inflación. Los mismos bienes tienen un valor, expresado en euros, mayor de un día para otro. Pero más grave ha sido la inflación de las notas. El mismo desempeño intelectual, que antes se valoraría con un aprobado raspado, hoy se califica con notables y sobresalientes. Difícil no acordarse de los profesores, y compañeros, cuando soltó su diatriba. Sus palabras provocan ese escozor tan español como es la vergüenza ajena. Y, sin embargo, parecía que ella estaba en el lugar adecuado, haciendo lo correcto. “Vale”. Quizá sea lo justo, porque en la actualidad los mismos resultados son sobresalientes. Si siempre ha sido difícil el periodismo, ahora lo es aún más. La más lista de la clase tiene la oportunidad de lucirse y da un mitin político. Se ha preparado durante cuatro años, para dar una soflama de asamblea pobre y ofusca. En esa facultad, ¿Habrá todavía periodistas?
En el ámbito de las ciencias naturales, la medición y continuidad de los objetos de estudio permiten una consolidación más certera. En cambio, en ciencias sociales, el largo tiempo de evolución de las especies darwiniana se reduce increíblemente en la evolución de las ideas.
En fin, nada nuevo bajo el sol y lo que te rondaré. Si no se cansan de nuestra compañía (ojalá que no) acá nos vemos, sin el olvido para los que se han ido.
Señoras, señores, feliz semana. La semilla del cesarismo brota nuevamente, abonada por el populismo, la demagogia y la desfachatez en ciertos líderes, que, en cuestión de saber quién tiene la cara más dura, ponen en práctica la autocracia con manifiesta igualdad.
Asistimos diariamente a una suerte de sumisa aceptación por instituciones y parte de medios garantes de libertad frente a estos que aupados a puestos de poder que les otorga poder absoluto, actúan con servil comportamiento a sus caprichos y les eximiera de tener que guardar el mínimo respeto a los que les han votado. La ciudadanía no reacciona a tanto esperpento, y quienes tienen el prestigio y la autoridad tampoco lo hacen casi nunca.
Naturalmente, todo legalmente democrático, pero transmutando y llenando de pequeños césares sus estructuras dejando de ser representativas. Ante la aparición del discurso dominante por parte de sucesivas mutaciones de la izquierda radical, hay que defender la libertad del individuo por encima de todo y estar radicalmente en contra del malvado intervencionismo del Estado. El “woke” no perdona y practican el revisionismo histórico, porque el “pecado” jamás queda lavado.
Vergonzosos políticos sin mínima vocación de servicio. Se van a llevar todo lo que pase por delante. Mucho viaje oficial toca ahora, que denominan “ensanchar la democracia”. Ya sabemos uno de los postulados izquierdista, "el dinero público no es de nadie", así, fácil es gastar con alegría el dinero que no es propio.
En fin, nada nuevo bajo el sol y lo que te rondaré, es decir, que tengamos un futuro de libertad en el que no venga nadie a decirnos lo que tenemos que hacer con nuestras vidas, y menos con las de nuestros hijos. Si no se cansan de nuestra compañía (ojalá que no) acá nos vemos, sin el olvido para los que se han ido.
Señoras, señores, feliz semana. La estupidez se dice que es muy democrática, pero lamentablemente, con ejemplos muy duros. Las crecientes tensiones internas en el mundo no occidental, con notorio desprecio por las democracias, se advierten como conflictivas e indecisas. Históricamente, la seguridad y la estabilidad han sido los cimientos que sustentaron el marco político posibilitador del comercio internacional. Ambos tienen que coexistir en unnuevo orden mundial que se presenta con tres vectores diferentes. Uno dirigido por Estados Unidos, sus aliados y otras fuerzas liberales. Un segundo, liderado por China, con sus aliados y socios estratégicos, incluida Rusia, que ven y tratan los intereses económicos y los derechos políticos como dos entidades mutuamente excluyentes. El tercero, un tercer mundo en constante guerra consigo mismo, atrapado entre fuerzas que compiten fríamente entre sí.
Por supuesto que alguien advertirá que teorías conspirativas ha habido siempre. Sin embargo, también es necesario reconocer que la globalización de la información, tal como la conocemos hoy, ha permitido una circulación de muchos de estos mitos con una velocidad y pasividad desconocida.
De vez en cuando tenemos periodos de retroceso y desorganización y, por tanto, de disminución del nivel de vida. Se producen guerras, las culturas se degradan y reducen su ritmo de innovación. A veces se detienen, no todo va bien, algo se ha roto, las cosas empeoran, y mucho, durante largos periodos en el tiempo. Pasados estos, entonces la vida mejoró. Mucho mejor.
En fin, nada nuevo bajo el sol y lo que te rondaré. Si no se cansan de nuestra compañía (ojalá que no) acá nos vemos, sin el olvido para los que se han ido.
Señoras, señores, feliz semana. La guerra ha vuelto, en contra de todos los que esperaban un “fin de la historia” y de los que habían declarado imposible una guerra en Europa, ya que conduciría inevitablemente al desastre nuclear. La lucha ha vuelto, y con ella todos los viejos valores que protegían a los pueblos desde hacía siglos de la aniquilación mutua. De hecho, no podemos dejar de observar que esta contienda ha confirmado todos aquellos valores que la izquierda se ha ocupado de declarar muertos: el valor, el patriotismo, la fe, el sentido de la familia y el amor a la libertad, sin ellos, los combatientes habrían abandonado hace tiempo.
Esto señala una vez más el fracaso total de Europa a la hora de convertirse en un actor político creíble e independiente en la escena mundial. Pero mientras la política exterior de la UE fracasa en gran medida a la hora de formular los intereses vitales de millones de personas ante un conflicto que asola su vecindario de al lado, castiga a Polonia con las sanciones más duras desde que existe la UE para obligarla a aplicar opciones sociales liberales de izquierda radical, una clara señal de que la conformidad ideológica es considerablemente más importante para la UE que la formulación común de posiciones de política exterior. No es necesario ser pesimista en extremo para ver cómo la opinión se maneja muchas veces con zanahorias de baja calidad.
En fin, nada nuevo bajo el sol y lo que te rondaré, es decir, que tengamos un futuro de libertad en el que no venga nadie a decirnos lo que tenemos que hacer con nuestras vidas. Si no se cansan de nuestra compañía (ojalá que no) acá nos vemos, sin el olvido para los que se han ido.
Señoras, señores, feliz semana. No sucede nada. Los informativos son idénticos cuando se emiten por la tarde a los que se divulgan por la noche. Quizá una pequeña trifulca entre vecinos porque no se puede conciliar el sueño. Los informativos se han convertido en crónicas de sucesos que ocupan el 90 % de su tiempo programado, la guerra de Ucrania sobra, y por supuesto, lo del tito Berni, que todavía no ha llegado información al respecto ni a los diarios digitales ni a los de papel. El egoísta moral suele ser muy precavido porque sabe con certeza que hay cosas que no dependen de su voluntad y podrían perjudicarle. Hace ya tiempo que, al abrir el primer periódico digital del día, me invade una idea, aburrimiento, viendo la infinita repetición de escándalos que ya casi no producen tristeza, y voy al artículo que realmente me impulsa leer la prensa del día, lo que realmente interesa.
Los españoles somos forofos de la izquierda o de la derecha, como lo somos del Athletic de Bilbao, Real Madrid o del Barça, y así no hay manera que un mínimo de objetividad permita que nos sacudamos la niebla de los ojos. La encrucijada actual en que nos encontramos permite dos opciones: cambiar radicalmente España y las actitudes que dominan la política y la vida pública, o hundirse irremisiblemente en las profundidades de la historia.
En fin, nada nuevo bajo el sol, así va la cosa entre nosotros que interpretamos de una manera peculiar lo escrito por Ludwig Wittgenstein (1889-1951) “De lo que no se puede hablar, mejor es callarse”. Sociedad acomodada, dominada por miedos y miserias que la hacen imposible acaudillar futuros cambios. Si no se cansan de nuestra compañía (ojalá que no) acá nos vemos, sin el olvido para los que se han ido.
Señoras, señores, feliz semana. Vaya antes “censores” y ahora rebautizados “lectores sensibles”, están revisando obras de los más reconocidos escritores para determinar si algunos pasajes de sus obras ofenden a alguna minoría. El foco está puesto en los fragmentos que incluyan referencias étnicas o descripciones individuales que resultaran, según el criterio de la nueva sensibilidad, agraviantes. Por ejemplo, en “Muerte en el Nilo” de Agatha Christie se decidió eliminar el pasaje en que se describe a un grupo de chicos como poseedores de ojos y narices “repugnantes”; también se acordó quitar el término “oriental” y ya no se hace mención al hecho de que uno de los sirvientes era negro.
Editoriales buscan salidas intermedias. Es que, ante las enormes críticas recibidas, tuvieron una singular idea, relanzar dos ediciones: la original, sin censura, y la reescrita para gente que pudiera ofenderse. Tampoco se sabe si estas ediciones vendrán con alguna aclaración, de modo que el lector sepa si está leyendo lo que el autor escribió o lo que la nueva moral quiere que lea.
Y lo que es peor, en la medida en que continúe esta dinámica, en apenas un par de generaciones, va a resultar difícil a quienes dicen ser los representantes de las minorías oprimidas hoy, encontrar justificación en el pasado para sus reivindicaciones actuales. Es que ya no encontraremos gordos, orientales, ni repugnantes, ni siervos en ningún libro, de modo que ese pasado de opresión acabará oculto por las necesidades de los lectores sensibles del presente.
En fin, nada nuevo bajo el sol y lo que te rondaré. Si no se cansan de nuestra compañía (ojalá que no) entonces acá nos vemos, sin el olvido para los que se han ido.
Señoras, señores, feliz semana. El poder político siempre ha pretendido actuar en nombre de normas superiores, naturaleza, justicia, nación, y ciertas ideas acerca del bien y el mal, lo hace sobre la base de compartir los sentimientos morales de la comunidad sin pretensión de imponerlos, y poder convertir al Estado en un poder sin fisuras ni límites, se sienten ejecutores del más alto designio moral. Encuentran con relativa facilidad un modo de alianza con las grandes empresas, que a todas horas procuran llevarse bien con quienes administran el presupuesto público, y les garantizan cierto derecho a subsistir si respetan los intereses esenciales del poder político. En las complejas sociedades contemporáneas es imposible no sentir alguna forma de imposición universal e impersonal, pero, si no existe la posibilidad real de oponerse a los estados dominantes de opinión. Sus emisoras de radio no paran de decir cada día que la subida a los jubilados y pensionistas mediante el cálculo del IPC anual es un despropósito porque según ellos no hay sistema que los soporte.
Ahora bien, si en realidad somos un estorbo y un gasto inútil luego de haber trabajado y cotizado que lo digan de una maldita vez, no se olviden que ustedes, señores periodistas radiofónicos, también serán longevos, iguales que nosotros, así que piensen. Todos seremos mayores más tarde o más temprano, lo que deben es obrar para atraer, fomentar y alentar inversiones empresariales para la creación de empleo. Si los ciudadanos no aciertan a ser conscientes de la necesidad de contener los poderes del Estado dentro de ciertos límites, sobre todo de carácter moral. Este proceso es la base, y se puede llamar “politización de la existencia”, es la insolente intromisión de las políticas públicas en la vida privada y personal. Sin el olvido para los que se han ido. Hasta otra.
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Señoras, señores, feliz semana. La explosiva y peligrosa situación que vivimos en España, obliga a hacer la siguiente reflexión sobre cierto político. Con sus continuas actuaciones y comportamientos, ha demostrado con creces su narcisismo, se cree un ser superior, único, especial, elegido y llamado a dejar huella en la historia de España. Satisfecho y enamorado de sí mismo, o como vulgarmente se dice, “está encantado de haberse conocido”, teniendo la necesidad básica de sentirse superior, y admirado, condiciones que han moldeado su personalidad. Al engreimiento y la soberbia se une una locuacidad desmesurada que impiden e incluso incapacitan para formar y rodearse de un equipo de personas serias y competentes en las diversas materias propias de gobierno, solo admite a su alrededor coros claudicantes y entusiastas, que alaben y canten sus ideas incompatibles con el más mínimo contenido crítico.
Rechazando cualquier idea de equipo, el “nosotros”, su egocentrismo, solo permite la alabanza y rendición incondicional a su “yo”, su individualismo, su autocomplacencia, que hace que desconfíe de todas las instituciones, (TS, TC, CGPJ, Fiscalía, Consejo de Estado), medios de comunicación y redes sociales, etc., de ahí su afán desmesurado de colonizarlas y su obsesión por la visibilidad, el reconocimiento y la adulación le llevan a prácticas políticas efímeras, pero efectistas, o bien a gestos de un “adanismo político” sin complejos ni mesura. Este narcisista hará cualquier cosa por alargar el encanto, hasta perder la noción de la realidad. Así, huella, y notoriedad, se convierten en el único objetivo.
En fin, nada nuevo bajo el sol y lo que te rondaré, en esta España que se odia a sí misma desde tiempos del noble o no tan noble visigodo Don Julián. Acá nos vemos, sin el olvido para los que se han ido.
Señoras, señores, feliz semana. Tienen el convencimiento que son los mejores, los más limpios, los más modernos, los más populares y progresistas, emanando una seguridad que infunde pavor a quienes no conozcan bien el paño. La única manera de explicarlo es que la UE no pinta nada en política exterior, y que, aunque su jefe de la diplomacia ofenda a la mayoría de la población mundial, no tiene importancia. Si la UE no pinta nada, ya me pueden decir cuál es el papel de España en todo esto. Un Gobierno europeo que alberga a comunistas, aunque no exhiban el rótulo, se comportan como tales al menor cambio. No resulta extraño, por tanto, que quienes pueden pongan pies en polvorosa y se alejen prudentemente de España con un gobierno tan dañino.
Siempre es bueno y necesario perder el tiempo en las lánguidas tardes en que las neuronas ponen pie en pared y deciden de motu propio que necesitan rebajar sus revoluciones, permanecer al mínimo ralentí posible y dejar de estar expectantes. Lo despacio que pasan las horas, y que poco importan las ocurrencias del Gobierno, junto a toda esta fauna de pensamiento vacío de inteligencia que campa a sus anchas en busca del propio beneficio (y solo del suyo) a costa de engañarnos a los demás. Divagar en el tiempo y el espacio personal, dejándolo pasar con fluidez, es un descubrimiento necesario, y divertido.
Mañana será otro día. Volveremos a la lucha con las pilas cargadas y las neuronas mucho más dispuestas.
En fin, nada nuevo bajo el sol y lo que te rondaré, es decir, que tengamos un futuro de libertad en el que no venga nadie a decirnos lo que tenemos que obrar con nuestras vidas. Si no se cansan de nuestra compañía (ojalá que no) acá nos vemos, sin el olvido para los que se han ido.
hgm