Montañas y viajes
Tukhman
La segunda etapa entre los campamentos Oroktoy y Tukhman supone remontar un desnivel de mil metros a través de un espeso bosque de coníferas, donde algunos senderos son verdaderos arroyos. Una vez en los despejados prados alpinos superiores, aparece en el horizonte la nevada cadena montañosa del pico Belukha, hacia donde nos dirigimos.
Agosto 2010. De buena mañana dejamos atrás el campamento Oroktoy y empezamos a subir montaña arriba. Nuestro joven guía intenta aplicar lo que él llama 'la escuela rusa de montaña': cada hora, correr 45 minutos con la lengua fuera y descansar 15 minutos. No le haremos caso.
Agosto 2010. El sendero que seguimos tiene tramos enfangados, por lo visto en los días anteriores ha llovido bastante. Por suerte nuestras botas son buenas, aunque cuesta caminar.
Agosto 2010. Un bonito ejemplar de Amanita muscaria, una seta indigesta y sicotrópica.
Agosto 2010. En algunas zonas el camino es un verdadero arroyo, para esa contingencia que ya nos avisaron llevamos unas buenas sandalias de montaña. El agua está helada.
Agosto 2010. Atravesamos un espeso bosque de coníferas, típico de la taiga siberiana. Nuestro equipo nos adelanta para esperarnos en el lugar acordado para la comida.
Agosto 2010. Llevamos ya cinco horas cuando dejamos atrás el bosque. A los 2.000m de altura nos detenemos en un claro para comer. Tania había encendido fuego y nos tenía ya preparado un plato de arroz con patatas y carne, muy sabroso. La temperatura fría de la mañana se ha suavizado y es ideal para caminar, al sol podemos llevar manga corta, en la sombra refresca.
Agosto 2010. Hemos ido ganando altura y dos horas después asoma en el horizonte por primera vez la cadena montañosa de los cuatromiles, fronteriza con Kazakhstán. Nos estaremos casi una hora contemplando el esplédido panorama y tomando montones de fotografías.
Agosto 2010. La llamada Corona de Altai está formada por el puntiagudo pico Belukha, de 4.506m y la cima oeste, a la derecha, de 4.440m. Un gran espectáculo para nuestros ojos.
Agosto 2010. Ocho horas y media nos costará alcanzar el campamento Tukhman, un prado de montaña junto a un arroyo. El ritual de ayer se repite: plantar las tiendas, cambiar la ropa sudada, asearse en la helada corriente de agua, abrigarse y esperar la cena.
Agosto 2010. Estamos por encima del nivel del bosque, que aquí no prospera por el clima tan extremo. Las montañas nevadas siguen en el horizonte, un lujo de paisaje para la hora de la cena: ensalada y pasta con carne. La temperatura baja hasta los 5ºC mientras cenamos junto al fuego.