Prólogo

    En este segundo volumen de mis archivos de montaña he recogido las principales actividades que realicé durante trece años, entre 1995 y 2007. Cuando después de escalar el Cervino en 1994 ya pensaba que por mi edad no acometería ningún reto similar ni extraordinario, sin embargo, me uní a la expedición de mi Grupo Excursionista al Cerro Aconcagua en Argentina, el techo de América, que tuvo lugar en 1997. Después de un año de preparación y esfuerzos en todos los sentidos, un edema pulmonar en el campo base dio al traste con mis esperanzas e ilusiones y me obligó a retirarme. Tuve más suerte que otros, que murieron allí. El posterior descubrimiento de la Tierra del Fuego y la Patagonia Argentina me compensaron en parte. He transcrito sin apenas retoques mi diario personal de ese viaje que permite revivir lo que entonces escribí, día a día, con los precios todavía en pesetas.

Con el año 2000 y el cambio de siglo también dio un giro mi vida personal y familiar, se cumplieron veinte años del inicio de mi actividad montañera y pude hacer un primer balance. Es imprescindible no perder la perspectiva. Retorné a mis queridos Alpes donde los cuatromiles del Valais suizo seguían sin tener parangón. Descubrí los Picos de Europa y las vías ferratas, al tiempo que las excursiones tranquilas y alguna escapada a los Pirineos eran la norma.

El encantador viaje de trekking en pareja por la Patagonia chilena, con la mochila a la espalda, abrió el camino a futuros proyectos de ese tipo. Y estos años acaban con el mejor regalo, la ascensión al Kilimanjaro, la montaña más alta de África, mi récord personal de altitud, y que culminó una etapa inesperada y feliz, con la inmersión además en el corazón fascinante del África oriental, una zona a la que espero volver cuando cese la pandemia.

La afición a la montaña es en mi caso un estilo de vida. Solo he dejado de salir de excursión cuando alguna lesión o enfermedad me lo ha impedido. Conforme los años van pasando y el físico se resiente, la actividad se modera y en vez de escaladas o grandes ascensiones, apetecen otros objetivos, como los trekkings de varios días o los viajes a paraísos lejanos que cuando joven no pude acercarme a tocar. Pienso seguir haciéndolo mientras me queden fuerzas y ganas.   

Primavera 2021