Gran Paradiso
Montaña de 4.061m situada en la Val d'Aosta, al noroeste de Italia. Su entorno es parque nacional desde 1922. Está catalogada como una cima sin dificultades técnicas y accesible con esquís. Es una ascensión clásica. En mayo de 1993 hicimos un intento relámpago que resultó exitoso. Fue mi primer cuatromil con esquís. Haciendo noche en la autopista francesa, a mediodía llegamos a Chamonix, miramos la meteo, atravesamos el flamante túnel del Mont Blanc y entramos en la Val d'Aosta.

Mayo 1993. Por Valsavarenche llegamos hasta el pueblecito de Pont, donde se acaba la carretera. Con los esquís en la espalda nos toca remontar los 700m de desnivel hasta el refugio. El sendero está muy bien trazado.

Mayo 1993. En los últimos 100m nos pudimos calzar los esquís hasta el refugio Vitorio Emanuele II, situado a 2.732m, una gran instalación bien atendida y con una comida excelente.

Mayo 1993. A las 5 de la madrugada salimos con los esquís en los pies. Hace frío, en la sombra la nieve está muy dura y hay que poner las cuchillas para ganar adherencia y evitar peligrosos resbalones.
Mayo 1993. El Mont Blanc destaca sobre todos al otro lado de la Val d'Aosta. A la derecha se perfila la arista de Rochefort, entre el Dent du Géant y las Grands Jorasses.

Mayo 1993. En algunos tramos muy empinados y a la sombra nos vemos obligados a cargar los esquís y subir con piolet y crampones para ir más seguros. Cuando llegamos al sol, las condiciones de la nieve mejoran.

Mayo 1993. El plató superior nos acerca a la cima que ya se intuye.

Mayo 1993. Hemos tenido que superar 1.700m de desnivel para llegar hasta el collado donde dejaremos los esquís.

Mayo 1993. Con piolet y crampones, escalamos el promontorio de nieve y roca que constituye la cima. Hay que salvar un paso corto y fácil pero muy colgado sobre el vacío. En el vértice hay una columna con una estatua de la Madonna.

Mayo 1993. Sopla un viento glacial y la temperatura es de 5ºC bajo cero. Nos ha costado 5,30h desde el refugio. La panorámica es fabulosa.

Mayo 1993. La bajada de 1.700m hasta el refugio es la más larga que he hecho nunca. Al principio la nieva está muy dura y helada, pero encontramos zonas suficientes para disfrutar de un descenso inolvidable.